Cuando la distancia fue la prueba: 2020

Cuando la distancia fue la prueba: 2020

Resumen de un año inusitado

 

Un año sin abrazos, sin rondas de mates. Un año con muchas pérdidas. De cualquier modo, sé que para muchos ha sido infinitamente más duro. A ellos, mi abrazo solidario. 

 

Pero en este último artículo del año, quiero recordar algunas cosas lindas que nos inventamos entre todos para pasarla lo mejor posible. Hablo desde el ámbito del arte, de la literatura, de la poesía. 

 

Espero no olvidarme de nada ni nadie, ahí va una enumeración que me llena de genuino orgullo; lista desordenada, sepan disculpar. 

 

En Instagram estuve muy activa, lanzando desafíos de escritura y mini cursos en el feed. 

Me animé a refrescar mis talleres virtuales, dedicados ahora exclusivamente a poesía. Fue una experiencia hermosa que continuará durante 2021.

 

En dos escuelas, salí un poco del aula y participé en una coordinando un breve taller de poesía y, en la otra, me dejé entrevistar como escritora por alumnos y docentes. 

 

Participé con mi palabra poética de diversos encuentros virtuales a los que me invitaron, entre ellos: la presentación del último poemario de Ciela Asad. Ciclos:  Leyendo poesía en casa de Anamaría Mayol, Poesía en la pieza de Juan Cruz Romero y Fernando Ayala, Videoteca de Poesía de la Biblioteca Popular Carlos Gardel, Semana de la poesía de la Escuela Portal del Sol. 

 

Fui invitada a participar de dos eventos internacionales que me llenaron de satisfacción:   las Jornadas Virtuales de Arte y Territorio  y el Festival Internacional Tenopoesía (Chile).

Participé además de un homenaje colectivo a Olga Orozco para la Biblioteca Municipal de Morón.

Durante todo el año mis poemas salieron publicados en el blog Mis poetas contemporáneos de Gustavo Tisocco y en la querida revista cultural Devenir 111. En esta última también publiqué acerca de dos sendos y bellos poemarios: el de María Sueldo Müller y el de Jotaele Andrade. 

Y colaboré con una crónica del aislamiento en La Primera Vértebra. 

 

Presenté dos libros: Expulsada del Edén de María Sueldo Müller y Piel de Mariposas de Verónica González. 

 

Aparecimos algunas veces en la prensa local: gracias Diario NCO, 1 Digital y SIC.

 

Otra gran alegría: nuestros libros de la colección Alto Guiso de Leviatán fueron incluidos en la biblioteca virtual del programa Leer en Casa, del Ministerio de Educación de la Nación. 

 

Seguimos formándonos -entre otros- en un precioso curso impartido por Florencia Defelippe para la UNLAM.

 

Continuamos con la actividad del Club de Lectura Mujeres de Latinoamérica.

 

Y concretamos un sueño, nuestro propio ciclo de poesía, junto a las queridísimas Elizabeth Molver y María Sueldo Müller: La Dicha. 

 

Por último, en mi blog no fue demasiado -pero sí muy satisfactorio- lo subido. Aquí los títulos que pueden buscar:

 

Conurbano:  Nosotras en la cultura (acerca del Primer Encuentro de Mujeres Poetas en el Oeste) 

Por qué leer literatura

La novela contemporánea y la mujer protagonista I:

Angélica Gorodischer:  Las señoras de la calle Brenner 

Escribir en cuarentena

Giselle Aronson.  Como si de verdad 

Una pieza poética para ejecutantes virtuosos: Maratón dromedaria de Hernán Lasque

Un concurso de novela de Norma Píngaro y Juan Carlos Nahabedian

Piel de mariposas de Verónica González

Ciela Asad. El triunfo del jilguero, la belleza, el poema

 

¿Quedan pendientes?… ¡Claro!

Principalmente mis poemarios. Había prometido uno para diciembre, pero verá la luz en febrero.

¡Y mucho más!

Será cuestión de seguir trabajando. 

 

¡Feliz año nuevo para todos/as! <3

 

 

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