Contemplación y extrañamiento: Paisajes con agua en movimiento de Melisa Papillo
por Alba Murúa
Como el agua que horada la piedra y se anuncia en el título, como un manantial, así de transparentes y persistentes son estos poemas de Melisa Papillo que dan más y más a medida que los navegamos.
Leí unas cuatro o cinco veces este libro. No es difícil, dirán, es poesía y se destaca por su brevedad. Pero hay otras cuestiones a considerar.
La primera lectura fue en formato virtual. La editorial La Carretilla Roja había encontrado el modo de compartir el poemario en plena cuarentena antes de poder enviarlo en papel.
Garabateé entonces impresiones, ya pensando en este comentario. Luego traspapelé aquella hoja. Un par de meses después la encontré; coincidió con la llegada del objeto libro y nuevas relecturas, cada vez más fructíferas.
Los documentales y los videos en YouTube son una excusa para filosofar y hablar de poesía. También son cimiento que se despliega en la tarea de una reconstrucción.
El primer poema sienta las bases del itinerario interior. El libro podría haber sido escrito en 2020, el periplo lo sugiere. Pero ese camino íntimo es de algunos años atrás y nos habla de una vida, de una historia, de herencias, travesías, exilios.
El poema homónimo que da origen al título, Paisajes con agua movimiento, En el interior de una roca hay vida y Puerperio en Caseros nos parecen el núcleo de esta obra. Cada secuencia es parte de un todo perfecto: el pozo-útero, el agua cierta y metafórica: lluvia, río, líquido amniótico. Y la piedra, su certeza, su peso, su perennidad, su transmutación.
El yo poético nos dice muy bien del extrañamiento de la maternidad, de la metamorfosis, la incertidumbre, la sorpresa de una ambigua soledad. Se asombra y no; se desconoce, se acepta y observa (el epígrafe de Herzog acompaña perfectamente este devenir). *
Hay de algún modo, un sumergirse en un presente abrumador hasta encontrar la punta del ovillo: que podría ser la relación con lo ancestral, tanto lo propiamente familiar como lo vinculado con la especie humana.
Y en ese viaje interior, surge por momentos la contemplación para posar sobre el barrio una mirada a veces de reconocimiento, otras sutilmente irónica:
Tenemos nuestra banda sonora
¿Qué más queremos en este conurbano?
Pusimos palmeras, hicimos un barrio tropical
húmedo y sucio.
Las cotorras habitan completamente la tarde.
El mapa que acompaña la edición en papel, más el Atlas en movimiento al que podemos acceder mediante un código QR son detalles encantadores que complementan el conjunto.
En conclusión, en tiempos inciertos, estos paisajes de Melisa Papillo resultan una estupenda compañía.
* Tal vez yo quiero ser ese hombre que mira al horizonte y decide salir a descubrir por sí mismo la forma de la Tierra. Werner Herzog
Puerperio en Caseros
I
Están cambiando los colores de la noche,
el bebé duerme salteado.
Son las cinco de la madrugada
y en estos tiempos no me gusta el café,
el cielo cae definitivo.
Confundida en tormenta de arena
voy.
En realidad, me quedo hibernando.
Son las cinco y cuarenta de la madrugada
no sé nada sobre mí.
Es la hora en que secretamente
caminamos sin mapa.
Hay en el cielo colores nuevos.
No sé nada sobre mí.
II
Afuera llueve y sigo en el sillón
no sé qué hora es, ni qué día
hace una semana llueve
más de lo necesario.
No tengo chocolate, no sé
en qué mes estoy. Me aburro.
La perra se esconde bajo la escalera,
no sé nada sobre mí.
Afuera llueve y no tengo paraguas.
Debería hacer algo con la lluvia.
Ya no tengo
cómo frenarla.
III
Caer en un pozo
ser perseguida por la propia sombra
mirarse adentro pero temblando
son cosas que podrían suceder si
me entrego a la ola que llega
que veo venir, altísima
de esas opacas,
sin la magia de la espuma.
Melisa Papillo. Paisajes con agua en movimiento. Luis Guillón: La Carretilla Roja, 2020.

Melisa Papillo nació en Buenos Aires en 1984. Escribe poesía, es docente y librera en Mochila de libros. Publicó los libros Paisajes con agua en movimiento (La Carretilla Roja, Argentina, 2020 y Ediciones Liliputienses, España, 2020) y La mecánica de los días (Editorial Simulcoop, 2012).