Algunas buenas historias o de la persistencia de la narrativa

Algunas buenas historias o de la persistencia de la narrativa

 

por Alba Murúa

 

Durante las últimas semanas de 2021, me deleité con un puñado de poemarios (de Simón Esain, Marisa Godoy, Karina Lerman, Víctor López Zumelzu) que merecen una reseña aparte.

Aunque muchas lecturas quedaron a medio camino (intento no sentirme culpable, como sugirieron Borges y Pennac), les acerco en este caso algunas recomendaciones de narrativa.

En primer lugar, Alan Pauls, ese narrador que me subyuga. Tan pigliano él (y es hermoso leer acerca de sus conversaciones con Piglia en Trance), pero también tan único.

En esta ocasión, ha sido su delirante y mágica Historia del pelo. De la distancia con los que tienen una cabellera indomable, de la audacia de entrar a una nueva peluquería y, encima, vacía. Y muchas de las reflexiones en las que nos vemos reflejados quienes hemos peleado con nuestra cabellera y con los que ofician de domadores. El hilo narrativo nos lleva a desembocar en un delirio a lo Aira, con un peluquero paraguayo que resulta ser un prodigio y con el que el protagonista termina teniendo una excéntrica relación justo cuando su compañera lo abandona.

Lo siguiente es otra novela de Aira, el eterno demiurgo. Y lo comprueba aquí, en su delirante (y van) El mago.

Del tránsito por un mundo creado por completo por un mago “verdadero” -pero sin imaginación-, en el que los límites se desdibujan (y pienso en Borges, claro), en el que un congreso esquivo que transcurre en un Panamá de pesadilla no da el resultado que espera, en el que un personaje enamoradizo es enviado a la estratósfera, toda la trama es una excusa para que al fin, Aira nos cuente cómo hace para escribir tanto todo el tiempo. Para reír con ganas.

En la última novela del gran Manuel Puig, Cae la noche tropical, dos ancianas conversan del pasado, de sus achaques y pérdidas, de la vida y la muerte, mientras entretejen los hilos de lo frívolo y lo cotidiano.

En el marco del horror de la represión de las dictaduras en Brasil y Argentina en los ´70, afloran los discursos de la publicidad y la propaganda, los medios de comunicación masivos, las cartas y más, mediante esa técnica de recortes, retazos, por momentos pastiche, que Puig desarrolló con maestría.

 

Lo primero que leí de Laura Restrepo es una novela breve y luminosa, La multitud errante.

La autora nos lleva a través de los dolores de una guerra sin fin, las pérdidas y la historia de un pueblo donde el ateísmo y el sincretismo conviven sin desafiarse; donde la esperanza surge de atravesar los duelos y aferrarse a una mano generosa. Dos tramas perfectas, la narrativa cálida y comprometida de otra estupenda autora latinoamericana.
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… En este albergue he conocido a muchos marcados por ese estigma: los que van desapareciendo a medida que buscan a sus desaparecidos. Pero ninguno tan entregado como él a la tiranía de la búsqueda.

Por último, comentaré un autor que los puristas me criticarán, pero hace tiempo que me asumí como una lectora ecléctica.

Se trata de Eduardo Sacheri y su El funcionamiento general del mundo. Probablemente, una lectura de verano. Y fue el primero de mis vacaciones durante el tórrido verano 2021-2022.

Un colegio nacional, de esos inolvidables, un viaje de revelaciones y reconciliaciones. ¿Pueden decirse los secretos largamente guardados? Se puede, responde la trama, se puede y ayuda a sanar.

Si no aman el fútbol, lo van a disfrutar igual, pero si son amantes de eso que llaman mística futbolera, lo disfrutarán el doble.  Y si en la adolescencia amaron a una profesora -como me pasó a mí- porque les alumbró el camino para siempre, no sólo van a sonreír una y otra vez, sino también a lagrimear.

Dos tramas íntimas y el marco del pasado oscuro de la última dictadura argentina y el retorno de la democracia.

Sacheri sigue conmoviendo a sus lectores con recursos genuinos y entrañables historias como esta, que no defrauda.

… Me parece que ahora lo entendí. Uno no sabe cómo funciona el mundo. Nadie. Pero cuando uno juega a algo, a algo que le gusta, parecería que sí. Como si uno encontrase la clave para entender el funcionamiento de todo.  De todo el mundo. 

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